Tuvo poco tiempo. 47 años. Se fue, pero se quedó en dos películas, dos soldados que intentarán combatir al Olvido. Uno en mí ya ganó. La excelente "El Aura", más íntima, supongo que más personal, que "Nueve reinas". A pesar de que ya pasaron unos días, días en que revoloteó la sacudida Mundial Alemania 2006, que me tuvo bastante en vilo, todavía resuena en mí la muerte de Bielinsky. Es raro (teniendo en cuenta que era una persona ajena a mi vida, claro). Me conmovió. Más allá de sus obras, del reconocimiento que obtuvo apenas unos días antes de irse (arrasó con los Condor de Plata - Mejor Película, Mejor Actor, Mejor Director), quién sabe por qué, las pocas veces que lo ví hablar por tele, me transmitió algo agradable. Me caía bien.